Hay por ahí gente que dice que estamos viviendo una nueva época dorada del rol en España. Otros dicen que no, y se refieren a ello más en cuanto al funcionamiento (ventas) del rol que a gente jugando. Como esos maestros que otros llamaban Taoístas, no voy a tomar partido pero diré una cosa: no hay jornadas de juegos que las mesas de rol no estén petadas, incluso con lista de espera. Y no hay jornadas de rol (en madrid) dónde no te aparezcan veintitantos tipos (y tipas) dispuestos a jugar a lo que sea. Literalmente. Y yo entre ellos.
El tamaño es reducido, el papel de calidad y el contenido es "nunca visto en las redes". Más que suficiente... ¿O no? Y aquí es donde si miro para atrás, me veo la nuca y opino que se ha perdido gran parte del sabor de las antiguas revistas. Pero no es una crítica a Crítico, es una observación de alguien como yo, camino de los 43, dónde viví la época "sin pantallas" y dónde era comprador compulsivo de todo tipo de revistas.
Dicho esto hay que decir que hay que romper los huevos si quieres hacer una tortilla. Y cuando haces varias sabes como realmente hay que hacerlas. Y en esta "tortilla" hay material para disfrutar, de calidad, original y variado. ¿Que puede ir a más?...claro. Es más, estoy seguro de que irá a más. Por eso aparezco en el crowfunding y por eso participé. Porque estar mirando para atrás puede ser bueno para saber de dónde se viene pero también para asegurarte que puedes retroceder para coger carrerilla y saltar hacia adelante.
Un joven eligiendo Crítico entre todas las revistas del kiosko y levantando admiración a su paso Así son los jóvenes roleros de este país: trending topic sexual.
Sinceramente me parece un buen trabajo, sobre todo habiendo comprado la Gygax Magazine, y aunque piense que la falta de artículos de opinión le reste personalidad a la revista he de reconocer que hay opinión en la red suficiente -como pasa en este blog- para discutir y olernos los culitos a cholón.
Enhorabuena a los premiados, y especialmente a Tiberio.
Una cosita más: en estas épocas que vivimos - o mal vivimos- en las que los hijoputas brotan como las setas, que el bueno de Tiberio haya intentado remunerar el trabajo de los participantes en la misma dice mucho. Otro mundo es posible... Aunque sea en otra galaxia
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