Frikis, reuníos!

El mundo es de los frikis. Todo el mundo lo sabe, pero prefieren ignorarlo y continuar con sus vidas, familias, hipotecas, convencionalismos sociales y lobotomías varias. Ellos disimulan, nos miran de reojo, con recelo. Saben que lo sabemos. Tenemos el control... de nuestras mentes, que ya es pedir mucho.

domingo, 30 de enero de 2011

ciclos

Hoy me he acordado de una cosa. Y lo he hecho después de darme cuenta del atracón de frikadas, y especialmente rol, que me he pegado en una semana. Sábado 22, Pathfinder. Cinco horas de rol magnífico. Miércoles por la tarde/noche: La Marca del Este, con mi habitual grupo de rol. Cuatro horas de partida, terminamos a la una de la mañana. Este pasado Viernes por la tarde Starcarft -peaso juego, oiga- con unos amiguetes muy de tableros...Cuatro horas más. Hoy Domingo -aunque cuando escribo esto es ya Lunes- seis horitas de rol, de D&D; Cuarta Edición para más señas...y lo mejor de todo es que estuve a punto de otro rol este Sábado por la tarde... y ya tenemos partida para este miércoles que viene.

Antes de nada tengo que reconocer, sin nigún coste, que soy muy afortunado. Puedo jugar con mucha gente, (algunos se conocen entre ellos, otros no) a un montón de cosas distintas y muchos días de la semana. En segundo lugar soy más afortunado si cabe porque mi pareja comparte algunas de estas aficiones y no me está dando la brasa continuamente -como muy lamentablemente veo hacer en más de una partida- para saber dónde estoy, a que hora voy o que hago con esos amigotes juagando a chorradas...
Y ahora, dados los gritos de rigor, decir de qué me acordaba después del atracón friki de la úlitma semana. Cuando estaba en el cole todos los años se jugaba a una serie de cosas según transcurría el año escolar. Todos los años había peonzas en unos meses concretos, chapas en otros, canicas en otros...lamentablemente fútbol en casi todos... Cuando llegaba el "momento chapas" aquello era un hervidero de circuitos, llenos de niños con chapas con caritas dentro, con silenciadores alrededor de la chapa en cuestión (la tira de goma que iba dentro se colocaba fuera y así hacía mejor las curvas)... era cíclico.

En esto del frikismo hay un ciclo también. Nos da el calentón con el rol y no paramos. Nos da por los juegos de mesa de guerra y ahí estamos, de tiro en tiro, de combate en combate. No me importa si a algo no se juega. No estaremos en ese ciclo, pero tarde o temprano nos dará. Ahora mi grupo de rol está encantado con La Marca del Este, como si el AD&D no hubiera existido, ni el Rolemaster, ni el Cthulhu, ni el Witchcarft...ahora quieren saquear, contar px... yo me rio, pero ahí estoy, tirando dados, saqueando, contando oros, reclamando puntos de experiencia al Master... como si estuviera en 1986, con la caja roja de por medio y sus bombones de fantasía esperando ser devorados.

He pensado porqué se producen estos ciclos frikis. Creo que es porque el jugar saca al niño que llevamos dentro y ese niño arquetípico "recuerda" la época que vivimos cuando éramos pequeños y disfrutábamos con cualquier cosa, esperando que "tocara jugar a las chapas". Seguimos siendo niños, con créditos, con trabajos, con lo que sea, pero en el fondo niños. Y eso es muy bueno, creo que tanto que nunca lo agradeceremos lo suficiente.

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