Dragon Age, primeras impresiones

Estaba por hacer comentario sobre la 5ª edición de D&d, pero en vista de que tooodo el mundo está con ello, lo he deshechado, así que voy a hablar de Dragon Age, desde mi punto de vista uno de los juegos definitivos para este 2012 final.

                                         Una elfa dalishina pidiendo cobijo.

La partida que estoy dirigiendo es la que aparece en el Manual del Master que aparece en la caja roja en castellano y que acaba de salir. Así de simple. La aventura es sencilla, con algún salto en el orden de la exposición de la misma que podría haberse corregido sin más problemática, pero que no supondrá ningún problema a cualquier persona que a estas alturas sepa que es la prima de riesgo o el euribor.

El grupo de juego está basicamente formado por mis amiguetes de los Encounters de D&D 4ª Edition, y que nos reunimos en el Generación X de la calle Galileo, en Madrid. Las edades van desde los casi 41 que visto hasta los 17. Osea, de todo y de lo mejor de cada casa.

en menos de una hora habíamos hecho 6 hojas de personaje. Pim pam pum, saliendo desde atrás, con el balón controlado. Ni un problema, también favorecido por la escasez de clases, pero bienvenido por eso de la rapidez y por mantener el espíritu de juego de los Encounters: quedar dos horas y pico, jugar una parte de la aventura, un par de encuentros (por eso se llaman Encounters) y hasta el Martes que viene. Indudablemente, si las hojas van así de rápido lo demás debe estar a la altura de las circunstancias anteriormente descritas. Efectivamente.

La partida empieza rápido y el primer encuentro, con unos perros aberrantes del terror más oscuro es literalmente, una mano de hostias de cuidado. El dado Dragón marcando los Puntos de Proeza (según el número que se saque en este dado, si se repiten dos o tres resultados en la tirada, da puntos extras en esa misma acción de combate) consigue que los jugadores mantengan la simple expectativa de "a ver que puedo hacer más" y rápidamente se suceden las acciones, muchas de ellas acumulando cantidades ingentes de daño. Que conste que los monstruos también lo hacen.. El acto de ver como repartir los Puntos de Proeza no interrumpe demasiado el combate, con lo que casi no se nota y enseguida se recuerda.

                Las azafatas de Dragon Age viendo como nos iba la partida. Nosotros, concentradísimos.

Y no hay más que contar. La partida es sencillita, algo más que una introductoria, va a muy buen ritmo, los combates ágiles y las habilidades y concentraciones están a la altura del resto del juego, dejando sitio a la interpretación natural de los jugadores.

Señores, resumiendo, un juegazo que no está a la altura del contenido material de la caja (ya lo dije por ahí antes, me parece pobre), pero con mucha chicha y posibilidades mil, muy por encima de las cosas que están saliendo por aquí, si exceptuamos El Anillo Único.

Por cierto, ya sé como se ponen fotos en el blog. Lento pero seguro.