PASE POR CAJA, POR FAVOR

Decía Tom Hanks en aquella cosa en formato película llamada   Forrest Gump  que la vida era como una caja de bombones, que nunca sabías que era lo que te iba a salir. Bueno pues en esto del rol si sabemos lo que va a salir de la caja –viene indicado por la parte de atrás de la misma- pero nunca nos imaginamos que aquella original caja roja de D&D tuviera su revisión y añadidos tantos años después (descontando las del advanced, claro…) y convocara a tantos frikis, venidos y por venir. Así que no se me ha ocurrido otra cosa, mientras el coñazo habitual de la tele en esto del Fin de Año hace de extraño telón de fondo, hacer mi repaso personal de las susodichas cajitas de marras. Aviso a los exégetas del rol: las reseñas buenas están en otros blogs. Aquí solo se hace el chorra.

-         La caja roja de Wizards of The Coast, lo que vienen siendo los de Dungeons and Dragons de toda la vida, o cómo darle al botón de reinicio para ver si tira esto y nos seguimos forrando.

Viendo que esto del rol tiene ciertos problemas de regeneración generacional (que bonito me ha quedado) los de d&d se tiraron el pisto a ver si por un lado motivaban a los que habían dejado el juego –o jugaban a otros- y de paso estimulaban a jovenzuelos enganchados a juegos virtuales de ordenata con elfas en tanga. Ahora llega el momento de decir que la Cuarta edición no es lo que se esperaba y que todo esto lo único que ha hecho es que se esté pensando ya en la quinta edición y que si tal que si Pascual. Pues vale. Cuarta me gusta y me gusta la caja que prepararon los de Wizards y además removió mi primer contacto con el rol, allá por el 86. No me la compré porque, sencillamente, tengo todo lo que ha salido de cuarta en castellano, pero estuve a punto. Tiene todo lo que se espera que pueda hacer Wizards y aunque el sistema pueda ser o no ser, que no entro, es un buen anzuelo para pinchar el gusanillo. Problema: sólo para dos niveles. Es lo que tiene una caja de Beginner, que es como los yankees llaman a esto de comenzar. Eso si, porta la hoja de personaje definitiva, resumidita, limpia y a la altura de su revisión de la versión de cuarta: los Essentials.

-         Caja Roja de la Marca del Este: si los de Wizards abandonan el origen alguien tendrá que mantener viva esa llama.

No sé a quién se le ocurrió antes, si a los de Wizard refundar su caja original o a los chicos de la Marca decidir que la sacaban en formato distinto al original pero con las bases que hicieron al invento de Gigax el juego definitivo. Por ahí lo llaman retroclon. Da igual. El caso es que La Marca del Este es la sorpresa en España – y ahora fuera- y la caja roja (mantiene el color original) una estupenda forma de iniciarse. Y eso que de Beginner Box ná de ná: manual del jugador y del master a full. Buen precio, buena presentación, un lápiz con el simbolito de la Marca…todo son buenos aspectos para este proyecto tan español. Lo peor: no sé como sigo jugando a esto con personajes con 4 puntos de vida… se me queda corta en diseño, y en innovación, pero me parece un gran trabajo. De lo mejor de la caja, y casi impagable, el texto de la introducción de Alex de la Iglesia. Eso si que es hacer parroquia. Y encima española.

-Pathfinder o como hacer buena la competencia a Wizards para ver si nos forramos también.

Preciosa la caja de Pathfinder, una Beginner Box que llega hasta el nivel 5 (para mi más que suficiente para jugar con los de la Pathfiner Society) y que tiene de todo; le falta dar palmas con las orejas. A destacar las 80 figuras troqueladas variadas, los mapas de combate para pintarrajear una y mil veces. Me sorprendió entender todo a pesar de estar en inglés y con mi pésimo nivel. Las instrucciones para hacer la hoja de personaje son, literalmente, para tontos. Se supone que Pathfinder -la versión 3.75 del original D&D, según dicen los exégetas de esto del rol- cada vez se parece más a Wizards. También me da igual. Gran puesta en escena y muy buen precio: 30 pavetes.

-         Dragon Age o la suerte de que alguien no la cague en el momento decisivo.

Pues si. Y es que eso de que este juego está basado en uno de ordenata a mi me daba miedito. Entre otras cosas porque no me gustan los juegos de ordenador. Bueno, si me gustan, pero me canso enseguida…

El caso es que no pintaba bien, pero he de reconocer que comprada la caja y visto el juego es un puto juegazo. Y no me ha gustado casi nada del apartado visual: los dibujos está bien, realistas, pero no me llenan, los dados son normales, el mapa está lo justito, son treinta pavos por poco. Pero al ver la chicha de lo que viene dentro, las reglas y demás, he babeado. Por ahí los exégetas del rol lo denominan “Old School”, o sea un juego a la Antigua Usanza, que es como se diría por estos lares porque básicamente, es simple. La hoja de personaje es tan sencilla como la del Witchcraft, otro magnífico juego con otro estupendo sistema, o tan sencilla como la del original D&D: cuatro cositas y pa´lante pero sin la supersimpleza de La Marca del Este. Perfecto. La introducción del dado Dragón (se tiran tres dados de seis y uno de ellos es de distinto color a los otros dos que son iguales) en un toque brillante y que aparte de desempatar y describir el margen de triunfo de una acción, permite ampliar las acciones del jugador en el turno. Vi eso y se me pusieron los gónadas como dos tetrabriks.

La caja no es una Beginner, es un juego en sí mismo –introductorio porque es con el que comienzas- y que recoge los niveles del 1 al 5. Los puristas están muy preocupados porque en esta caja sólo aparecen tres clases: mago, guerrero y pícaro. Que tragedia. No se han debido dar cuenta de que los personajes y sus trasfondos hacen que esas clases sean simplemente excusas para ver qué opción elije el jugador sobre el formato con el que resolver sus actos….

De lo mejor del año, sin duda.

-         El Anillo Único, que no viene en caja y sí en estuche y que lo meto aquí porque me da la gana.

Es que es un juegazo, coño. Y es lo más parecido a los libros de Tolkien. Y además recoge su esencia. Y solo por eso había que ponerlo aquí. Así me ahorro, por ahora, hacerle una reseña.

Pedazo de juego bastante simple, con daditos exclusivos y sistema exclusivísimo a medio camino entre un “old school” que diría un exégeta y un “New School” que diría yo mismo. Paso de hablar del sistema, del maquetado poco acertado, de lo bueno que es que la hoja de personaje contenga la visión del héroe Tolkeniana descrita por Gandalf ( cuerpo, corazón y mente)… o de los dados superchulos que acompañan al juego…o de sus mapas espectaculares…Paso de ello por una sola razón: esto es el Señor de los Anillos con mayúsculas. Con sus desventajas (poco bestiario…y si lo comparamos con Pathfinder o con la cuarta de D&D ni os digo) y con sus ventajas, algunas de ellas evidentes: los viajes son mesurables y tienen sentido.

Me aseguran por ahí que los Hobitts son broken, una especie de superhombres superfuertes. Bueno. Hay más opciones para elegir.

Un cosita como no se podía esperar de un conspiranoico como yo; en el dado de proeza (un dado de doce caras que viene con el juego) hay dos símbolos: el doce es la runa de Gandalf y el once (otra vez los onces…) es la de Sauron. Decía Santo Tomás que el once era el número del Diablo y que éste se sentaba en el segundo uno. Muy acertado entonces.

No sé si me dejo alguna caja en la cajonera. Si eso me avisais y miro.