Es jodido lo de cumplir años, más si haces ya 42 inviernos y el clima del país y de todo en general es más frío que hacer guardia en el Muro comiéndote un polo. Es por ello que decidí que iba a intentar jugar en una semana todo lo que más pudiera a rol, algo así como una semana de "autojornada" friki disociada de este coñazo de día a día nacional.
Para ello convoqué a varios amigos, del grupo de los Encounters madrileños, a mi casa sita en Piedralaves, en pleno Valle del Tiétar.
Como no puede ser de otra forma, paisajes así piden a gritos partidas del Anillo Único...
Así que nada, allí llegaron como unos cuantos enanos a casa de un hobbit: se comieron la nevera, se leyeron todos mis tebeos y jugamos 27 horas a rol en tres días, repartidas en tres al Anillo Único y una -que dirigí yo- a Cthulhutech... Esto es básicamente parte de lo jugado en esa semana, pues ese sábado tuve reunión en la Pathfinder -partida de mañana y tarde- y hoy, una semana después, he cancelado mi autojornada dirigiendo Dragon Age. Total, unas 40 horas de rol. Habrá que empezar por el comienzo, porque lo sucedido en la Pathfinder merece comentario y entrada aparte...
PIEDRALAVES FIGHT
Las Tierras Ásperas lo son de cagarse.
Arrancamos con una partida de inicio para que se pudieran conocer los personajes. La compañía estaba formada por dos beórnidas, un enano sin prisa que iba a la montaña solitaria y yo, un Dunedain llamado Aranuir, alias colmillo, en el más puro estilo Aragornizante. Sin problemas nos conocimos, fijamos nuestro santuario en la posada Oriental y demás y de paso nos apiolinamos a unos orcos. Tan contentos.
Posteriormente jugamos una variante de "Ingredientes para la cura", otra partida clásica del libro de aventuras sobre las Tierras Ásperas. Aquí el tema se complicó bastante, sobre todo si la compañía decide bajar un río, sin conocimientos de botes y sin saber nadar. Bien. Hostia contra una piedra, todos al agua, incluídos unos hombres heridos a los que habíamos salvado de un ataque orco y no nos ahogamos no sé muy bien como, y cumplimos la misión. Eso si, a los que rescatamos la diñaron en el río.
Tan felices preparando las fichas para el Anillo Único.
La tercera fue una versión de la de el "estofado de hobbit". Efectivamente, nos estofaron, pero bien. Partimos a la búsqueda del hermano de nuestro tabernero de la Posada Oriental, encontramos una pista, vemos a unos hobbits a los que atacan y nada, que nos vamos a defenderles. Estupendo. 26 orcos, algunos de ellos gigantes, y nosotros abonados a "los saurones", los números 11 que no parábamos de sacar en los dados especiales del anillo único... Sacábamos más de siete y aplaudíamos... Todo lo contrario nuestro máster, Fernando, que parecía que llevaba comisión por trabajar en Mordor S.L.
Jugando al Anillo Único. Juro que nos movimos de esa mesa en los tres días que estuvimos en Piedralaves, aunque no lo parezca.
Los beórnidas y el enano aguantan los primeros ataques y yo fallo lo indecible. En esto que descubro que el triste círculo de piedras en el que nos estamos defendiendo tiene un túnel. Me convierto en una rata de túnel, creyendo que por ahí puede haber escapatoria para la que nos está cayendo encima y me meto por ahí... Rápidamente descubro que no puedo salir por donde he entrado y que abajo tengo dos orcos que nos buscan la espalda a través del túnel. Me como daño por un tubo y al final pido ayuda. Los beórnidas deciden que aguantan arriba y me sigue el enano. El caso es que a los beórnidas, con unas tiradas lamentables, otras de compañía de llorar y las del máster, abonado al ojete de Sauron, hacen que mueran los dos. Mientras, el enano y yo nos encargamos de los orcos a espadazos... El final del túnel nos da alguna esperanza de sobrevivir... Y cuando salimos descubrimos que nos esperan cuatro lobos en el clásico ya "ola k ase"... no nos lo podíamos creer... Me cago en el Nepitello, en Devir y hasta en Rodríguez de la Fuente. Mientras el enano me mira descubrimos que estamos muertos. Me quedan 4 puntos de vida y al enano 11 y estamos cansados, con lo que nuestros dados, malos de por sí en toda la partida, ahora valen menos. Apretamos los puños, el master falla lo que no había fallado en toda la tarde y nosotros -al menos yo- acertamos lo que no habíamos sacado en bastante tiempo, runa de Gandalf incluída.
Habíamos sobrevivido. No nos quedó otra que recoger las armas de nuestros camaradas caídos mientras oíamos como se alejaban los orcos cantando tan contentos. Por el camino hacia la casa de Beorn la Sombra invade el alma de mi amigo el enano y empieza con un inquietante "mi tessssorooo" mientras intenta hacerse con mi arco de Númenor... Lo que nos faltaba... Le suelto un bofetón, mientras intento calmarle. Saco la tirada pertinente y nos arrastramos, tristes por las muertes de nuestros compañeros, al poblado de Beorn donde depositamos sus armas. De ahí a la posada oriental fue una vuelta dolorosa... Era la última partida que jugábamos al Anillo Único y no nos compensaron los ricos puntos de experiencia que nos ganamos.
¿Y que hacían los enanos entre partida y partida y saqueos varios a la nevera? Leer tebeos.
DONDE YACE ATILA
Por la mañana nos dimos una caminata de tres horitas, luego comilona, lectura tebeil y a las siete nos pusimos con Cthulhutech. Se me ocurrió hacer una partida de historia/investigación/combate en la que unidad especial Black Pentacle del NGT debía encontrar a un científico que parecía haber descubierto uno de los grandes enigmas de la historia, la tumba de Atila...
Enclavada en una antigua tumba real china, se encuentra a pocos kilómetros de la teórica frontera marcada por la Tormenta Devastadora, en Mongolia. Hasta allí se desplazan, para descubrir la absoluta inestabilidad de la zona, el frío reinante -hasta 20 bajo cero- las tropas de varias nacionalidades que no se llevan muy bien entre ellas y lo incógnito de la búsqueda...
Siguiendo las pistas y algún que otro sueño, descubren lo cerca que está la supuesta tumba. Entran en ella y se dan de bruces con unos perros que, surgiendo de las paredes de un extraño laberinto, les atacan una y otra vez. La francotiradora, Yoko ("la culpa de todo la tiene Yoko Ono"), derriba unos cuantos de ellos, pero otros muerden y meten miedo al resto de la unidad, dos exploradores y Howard "dum dum" Philips, el especialista en explosivos.
Que si, que si, que nos movimos de la mesa...
Cuando la cosa se calma descubren un cadáver destrozado de militar, uno de los que acompañaban al desaparecido arqueólogo. La cosa no pinta bien. Sobre todo cuando descubren al arqueólogo en una especie de túnel que se dirige hacia abajo de la tumba, desorientado, sin saber cuánto lleva así y junto a otros dos de los soldados de su escolta, que a primera vista parece que se han disparado entre sí. Después de intentar que reaccione continúa la investigación y, oh sorpresa, mientras el arqueólogo encuentra (de nuevo) el lugar oculto donde se encuentra el triple féretro de Atila, unos sectarios abren fuego desde una entrada a uno de los subtúneles de la tumba... Otro "ola k ase". El grupo empieza a retroceder ordenadamente cuando se empiezan a oir (y a ver) unos golpes que surgen DE DENTRO DEL SARCÓFAGO... Atila returns! Tardan un poco en ver que el arqueólogo tiene unos viejos manuscritos en la mano... Siguen retrocediendo ordenada y tácticamente casi rozando la perfección... Vuelven los perros, disparan los sectarios y sale Atila del sarcófago convertido en un monstruo humanoide gritante...que es rápidamente recibido por una granada incendiaria de "Dum Dum". Rápidamente abandonan la tumba para descubrir que no han llamado al helicóptero que les debería sacar de allí. Estupendo.
Menos mal que un explorador de la zona un tanto borde pero que trabaja ocultamente para Black Pentacle les está esperando, entre otras cosas porque la base cercana está siendo atacado por Sectarios. Salen pitando recibiendo y dando tiros... Mientras celebran que han salido con vida, la francotiradora descubre que el arqueólogo musita en una lengua extraña los papeles sacados de la tumba de Atila... E inmediatamente comienza a convertirse en un dohanoide... Mieeeeen... A las primeras de cambio vaporiza la cabeza del piloto con su gran ojo que le está saliendo de su nueva cabeza inhumana... Deciden arrojarlo del helicóptero por la trampilla de apertura posterior, mientras su amigo el explorador mongol intenta controlar la descontrolada aeronave... Dum Dum decide meterle una granada aturdidora en la boca al bicho antes de que digievolucione del todo (no era buena idea meterle una explosiva sobre todo si estais todos juntos y dentro de un helicóptero) saca unas tiradas ESPECTACULARES y revienta la granada, atontando a todos pero al bicho más, lo que es aprovechado para arrojarlo del helicóptero contra las rocas... Misión cumplida. Después descubrirán que Atila o ese ser que salió de ese sarcófago no era lo que parecía...
(Me guardo algunas cositas de la partida por si me da por hacer un módulo, que lo publiquen los de EDGE y así me forre... Illuison Mode ON)
Así terminaba mi primera fase de mis jornadas roleras cumpleañeras. Por delante quedaba la Pathfinder Society... Mis ojos iban a ver cosas que pensaba nunca iba a ver... En breve...
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