No hace mucho tiempo metí en este blog una reflexión, un ejercicio de videncia de todo a cien, de lo que para mí va a ser una constatable realidad en breve: la aceptación urbi et orbe del nuevo paradigma extraterrestre, para el que se nos ha ido preparando arquetípica, social y psicológicamente.
Hoy 20N, con Rajoy a las puertas de La Moncloa (en teoría) he recordado un par de cosas y, además, recibí hace poco una fenomenal columna de mi amigo Frank G. Rubio, motivo suficiente para poner la túrmix conspiranoiofriki.
Hace unos años la revista Más Allá publicó varios artículos sobre la última sensación de videncia: el código secreto de la Biblia. Resumiendo mucho: Michael Drosnin fue el periodista que se encargó de revelar al mundo que el génesis bíblico contenía las respuestas a muchas cosas pasadas y a muchas por venir. Gracias a un programa matemático y convirtiendo el génesis bíblico en una inmensa sopa de letras y haciéndole preguntas –básicamente buscar las palabras en esa matriz- estas aparecían en frecuencias y distancias imposibles de quedar en el ámbito de la casualidad. Nos reímos mucho Frank y yo mucho de esa historia y más cuando la revista Más Allá regaló un cd con dicha matriz en castellano y nos pusimos a ver qué pasaba cuando hacíamos predicciones hacia el futuro. Creo que hoy es una buena fecha para decir que cuando introdujimos en la matriz del Código Secreto de la Biblia la palabra “Rajoy”, a su lado, muy cerquita, apareció la expresión “Fin de Todo”. No comment.
Si realmente el 2012 es el Fin del Mundo (mejor dicho “según lo que nosotros hemos pensado que quieren decir los Mayas”), y como se deja caer en una serie de revelaciones de las que Frank en su artículo da buena cuenta de ellas, y que no pienso destripar en su totalidad, ese fin del mundo tiene que ver con los extraterrestres, creo que en breve vamos a tener suculentas noticias. Stephen Hawking asegura que el contacto con una entidad extraterrestre tecnológicamente más avanzada que la nuestra supondría algo parecido a lo que sucedió en américa con la llegada de los españoles. O sea, que nos iríamos al carajo. Después de oír a este señor me vino inmediatamente la imagen de esa estupenda película que es Apocalipto y una serie de conclusiones, que reflexioné cuando salí del cine de ver la peli y que creo que ahora, a la vista del artículo de Frank, es buen momento para reseñar. Apocalipto habla de ahora, de nuestro tiempo. Nada de indios y movidas en la jungla. Apocalipto habla de un momento de choque frontal entre dos formas culturales: la urbana y el resto. Porque fuera de la ciudad ya no hay nada, solo el resto, como pasaba fuera de las ciudades de Megacity One y Megacity Two en los comics del Juez Dredd. Ese conflicto es el que ahora está acabando con todo aquél que no tiene móvil, blog, coche, fin de semana, trabajo de diez horas, niños, boda.,..los convencionalismos urbanos, masivos e insectoides que nos toca sufrir van a acabar con cualquier resto de independencia, libertad o simplemente de forma de vida al margen de lo urbano. No quiero decir nada de los indígenas, de los de verdad, de esos que quedan cuatro y a los que les está cayendo mierda del cielo.
En Apocalipto, a los urbanos, tras muchos rezos y sacrificios para que su mundo mejorara en una época de crisis, les cae un buen zurullo del cielo: los españoles. Creo sinceramente que ese contacto entre los pobladores de grandes ciudades, sometidos a una crisis límite, y los españoles, esa última y brillante escena, no dista mucho de nuestro mundo y de nuestro tiempo, y tampoco de un probable contacto con unas gentes venidas de más allá ( o incluso de más acá). Por supuesto creo que todo el mundo sabrá lo que les pasó a los que habitaban sudamérica cuando llegaron los bienpensados cristianos de barba y estandartes…. Y esto suponiendo que los alienígenas sean reales y no de poliexpán creados en un sótano de Langley.
En fin, si no has necesitado medicación para llegar a este renglón, muy posiblemente la necesites al final. Señoras, señores, con todos ustedes, Frank G. Rubio:
(publicado originalmente en www.elbutanopopular.com)
Noche de estreno (Segunda parte)
“Y algunos consiguieron regresar pero les llevó mucho tiempo.“
Salomas del espacio
R. A. Lafferty
Antes del 21 del 12 del 2012, designado por el calendario maya como la fecha del cambio de ciclo (cada ciclo en esta cosmovisión local tiene 5.126 años), verá la luz un film documental producido por Raul Julia-Levy, hijo del actor Raul Julia, que iniciará su rodaje el 15 de noviembre del presente año. Lleva un atractivo título: Revelations of the Mayas and Beyond. En él, a partir de documentos arqueológicos desclasificados por los gobiernos mejicano y guatemalteco, se darán a conocer al mundo entero pruebas verosímiles del contacto de los antecesores de la extinta civilización precolombina con habitantes de otros planetas. Se insinúa poder aportar evidencias, incluso fotográficas, de la existencia de estos proto mayas. Raul Julia-Levy prosigue: “Es un acontecimiento importante para la Humanidad, no sólo para Méjico. Esta información ha permanecido protegida durante 80 años (yo diría, más bien, “ocultada” o “sustraída”) y es importante darla a conocer ahora para que las gentes entiendan los eventos por venir y las consecuencias que estos tendrán para todos“. A mí esto me suena, queridos lectores y lectoras, sumamente ominoso. Será porque no leo con la frecuencia y la docilidad requerida los periódicos.
Esperemos que la revelación arqueológica en cuestión no tenga que ver con los Señores de Xibalbá, los custodios del peculiar mundo infernal maya. En el 2008, en la península del Yucatán, arqueólogos mejicanos han encontrado un extenso complejo cultual subterráneo. Compuesto por once templos, situados en el interior de vastas cavernas cerca de la aldea de Thatzibichen, incluye el hallazgo de una pirámide derrumbada bajo tierra y un camino subterráneo de cerca de 90 metros de longitud. Hay objetos datados 1900 años en el pasado. La localización, sita en medio de una jungla apartada de los caminos frecuentados, está en gran medida sumergida. Guillermo de Anda, responsable de la excavación, comenta que estas cavernas, donde se recopilaban arquitectónicamente las peculiares concepciones laberínticas y dolorosas sobre el inframundo de los mayas, inspiraron muy posiblemente sus escritos sagrados. “Las cavernas son umbrales naturales que dan a otros espacios, pudieron muy bien haber inspirado los mitos mayas. Están relacionadas con la oscuridad, el temor y los monstruos“.William Saturno, arqueólogo bostoniano, piensa en cambio que primero vinieron los mitos y luego los templos. El Xibalbá, consagrado al dios Jaguar, reproduce según los arqueólogos el infierno maya con la finalidad de demostrar su poder. Cree el ladrón, como decía sabiamente mi abuela, que todos son de su condición.
Cada dos por tres se hacen nuevos desenterramientos de múltiples y antiguas culturas, tan profanatorios como los que podían realizar los entrañables saqueadores de tumbas del pasado (hoy demonizados, como los fumadores o los taxidermistas), con la coartada del ethos científico y su supuesto beneficio “para la Humanidad”. Está por ver que esto sea verdad. Del mismo modo los descubrimientos astronómicos, cada día más alucinantes, dejan claro el mequetréfico carácter no sólo de nuestros conocimientos sino de nuestro papel en el curso natural de las cosas.
Los mayas, como muestran los frescos de Bonampak, de una belleza y crueldad exquisitas, no eran pacíficos ni democráticos. Conectarlos con los movimientos indigenistas teledirigidos por la CIA y los jesuitas (la otra Compañía) es una ofensa a la estética y a la inteligencia. La cabeza que en Internet se aduce —fotografiada presuntamente en 1930— como perteneciente a la cultura proto maya que supuestamente conectó con los “exteriores” no es similar a grupo racial alguno de América. Me recuerda los antiguos moais de la isla de Pascua o la supuesta y ciclópea cara de Marte (Cidonia). Semillas del futuro…
La construcción probable de un “rascasuelos”, obviamente subterráneo, de 300 metros de profundidad en la plaza del Zócalo en Méjico DF añade un toque de irrealidad más que significativa. “En secreto se excavan galerías —apostillaba Lovecraft— y por ellas caminan unos seres que más que andar debieran arrastrarse“. Sin duda bípedos de las postrimerías actuando ya sin reservas, guiados por cegatos, en pos del procedimiento Lemming.
Otros subterráneos, estos en Europa, construidos para albergar el superacelerador europeo de partículas, han visto el primer experimento (OPERA) que arrumbará en el sótano las doctrinas einstenianas. Los neutrinos existen y superan la velocidad de la luz en 10 nanosegundos. Stephen Hawking, que considera peligrosa la posibilidad de que nos encontráramos con extraterrestres (lo compara al encuentro entre españoles e “indios” en 1492), cree en la posibilidad de viajar en el tiempo pero sólo hacia el futuro. Una nave cuya velocidad se acercara a la de la luz podría alcanzar las lejanas estrellas pero su retorno ocurriría, por la ralentización del tiempo en ella, milenios (eones incluso) en el futuro. Esto, según Hawking, permitiría repoblar la Tierra si la vida se hubiese extinguido en el larguísimo intervalo del viaje.
Y yo me pregunto: si los señores de Xibalbá, los Predecesores, hubiesen salido de viaje y estuvieran por volver ¿acaso no los confundiríamos con extraterrestres?
Lo del Hierro es simplemente un pequeño indicio o detalle de lo porvenir. Alfo advendrá de las profundidades del tiempo y el espacio.
Además ¿no nos confundirían ellos con mucho más motivo y fundamento con cucarachas?
Si tienen éxito los planes de David Rockefeller, Benedicto XVI o Punset (por citar algunas de sus provectas y públicas luminarias) de constituir vía simulacros solidarios, de seguridad o climáticos, una granja planetaria mundialmente administrada, será como una especie de culto cargo a tan feroces y seguramente hambrientos visitantes. Creo que la sangre sí llegará al río entonces. Y habrá gran alegría.
Confrontemos pues gozosamente lo atávico y propiciemos los misterios del jaguar.
Será una Gran Noche, sin duda una Noche de Estreno.
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