Estupendo el trabajo de marketing de Paizo: sabiendo que era la semana del Orgullo Gay tuvieron el detalle de querer contentar a todo el mundo con sus azafat@s
Nos reunimos en Generación X de la calle Puebla, en Madrid, unos treinta frikis para darle a esto del rol. Yo me bajé con mi personaje, la elfa rogue Maricielo (Maërisyel en Pathfindereño) y oh, sorpresa, descubro que voy a ¡SER UN GOBLIN!...y el resto de mi mesa también...
Después del flipe, de saludar a amiguetes varios y a gente que sólo veo en movidas de estas, me toca elegir goblin y me pido el clérigo. Bueno, no sabía que era clérigo, lo que pasa es que me moló eso de que llevara un sapo en la cabeza... el resto del grupo eran una bruja, un rogue, un alquimista y una especie de warlord montado en una especie de perro. De cagarse, vamos. (nos partíamos de la risa al ver que en las mesas de al lado pasaban cosas normales y se decían cosas normales, como por ejemplo, "desenfundo mi espada y camino precavido por la sala" y cosas así)
Ivan, el master, se curra la partida, que comienza con unos cuantos gilipollescos juegos de los que les gustan a los goblins: montar cerdos rosados, darse de hostias en la cabeza, superar cuchillas móviles y comer gusanos. Resultado: casi morimos antes de comenzar la aventura. No nos pudimos resistir al desafío goblin de ¿A que no hay huevos?. Así nos fue. Y eso mismo marcó el resto de la aventura...
Totalmente imbuídos en el espíritu goblin y después de soportar la arenga del jefe de la tribu a buscar "cosas que explotan" partimos hacia no se sabe muy bien dónde. Rápidamente comienzan los problemas: nos ataca una "muchas patas", una araña. Nosotros, impactados, no sabemos si:
1- matar a la araña que acaba de atrapar con sus redes a nuestro "warlord" (pongo las comillas porque eso de ser un Señor de la guerra y dar bonos en ataque mientras permaneces oculto y huyendo...)
2- quemar la tela de araña y matar de esa manera a nuestro amigo goblin por aquello de "ver si eso arde"
3- matar a los dos.
4- pasar de todo.
Al final mantenemos la calma, eliminamos a la araña y de casualidad descubro un hueco donde tiene un botín que ni en el Euromillón, ballesta Masterwork incluída...
Sigue nuestro viaje, después de arduas dudas existenciales sobre el rumbo a seguir, y nos encontramos con un barco. Si, exactamente. Un barco varado. El problema es que está custodiado por un caballo, ese horrible animal enemigo nuestro, de los goblins, digo. El caballito de marras casi se carga a nuestro amigo rogue-goblin, y yo, ballesta en ristre, le derribo de un solo flechazo.
Después de llegar al barco, mientras la bruja que iba con nosotros cortaba unos filetes al jamelgo y se bañaba en su sangre, descubrimos que en el pecio hay un montón de cajas de "cosas que explotan". Rápidamente alguien muy "goblinizado" a esas alturas propone prenderle fuego y mandar todo a tomar por culo, muy a lo goblin.
Desechamos la idea por la sencilla razón de que el barco tiene tripulante: dos perros y un goblin -éramos pocos y parió la abuela- que empiezan a darnos caña...y nosotros empezamos a fallar todo. Pero todo, todo. La partida se alarga y no haré yo lo mismo, pero cuento la escena final: yo con un perro mordiéndome el culo mientras tiraba cohetes al goblin malo, que trepaba por un mástil mientras mis compañeros llenaban el mismo mástil de tracas de cohetes que le apuntaban e intentaban darle con lo que tenían a mano...los perros los matamos a base de explosivos mientras cantábamos "Its Raining Dogs"...de traca, nunca mejor dicho...
Derrotamos al fin al goblin malo (era caníbal y se había comido a un expulsado de nuestra tribu y a su family) y volvimos a casa bien cargados de cohetes, que supongo que al prenderles fuego habrán acabado con la mitad de la tribu.
Fenomenal la partida, estupendo todo el mundo, y especialmente la gente que estaba en nuestra mesa, que decididamente fueron los más goblins que se pudo ser.
Dicen que en Septiembre más. Allí estaremos
genial crónica Enrique...
ResponderEliminarme alegro que lo pasáseis bien.
a ver si puedo probar esa aventura algún día.
saludos :)
y lo dicho , la próxima en Septiembre.
De nada Bester, pero como siempre digo las gracias a vosotros, los organizadores, que sois los que os lo currais...e insistís.
ResponderEliminarAbrazos!
Que bueno, Goblinoides de PJs..
ResponderEliminarPor algún motivo el blog se ha comido un comentario que había hecho ayer. Tendrá hambre... ¿No le echas bien de comer?
ResponderEliminarDecía que mancantao el ser una goblin pirómana y que el momento en que con voz histérica empecé a despiezar el caballo al ritmo de "la canción de la anatomía" me pareció una de las idas de olla más grandes de mi vida rolera.
¡Qué detalle el de Paizo de ponernos a un azafato cañón además de las consabidas azafatas!
Gracias a los organizadores, y contad conmigo para la próxima
Fue una partidaza, llena de momentos memorables ... increible,ble ... y por cierto, no era tan mala idea la de bolar todo por los aires .. ;)
ResponderEliminarQue envidia... a nosotros nos toco una muy clásica de patada en la puerta y arrasa con el lugar. Ahora se que existen aventuras mas alla del combate ;)
ResponderEliminarLa verdad es que, a costa de ser pesao, la partida fue magnífica. Gran curro del máster y de los compis, que estuvieron magníficos. De todas maneras, en esto del rol, como en tantas otras fricadas, hay días que estás "más friki", como que te mola todo más. Pues ese para mí fue uno de ellos.
ResponderEliminarUn abrazo a todos.
Divertidisimo! Así tienen que ser las partidas de rol... de vez en cuando.. :)
ResponderEliminarAquí el alquimista, no creo que haya mejor y más divertida forma que empezar con esto! Deseando que llegue la siguiente :D
ResponderEliminarUn saludo!
Jajajajaja! Anda que no nos reimos! Un abrazo!
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