Jornada de puertas abiertas en Mecatol Rex y Pathfinder Society ó un menage a trois con Maricielo

Tenía ganas de pasarme por el tinglao de los chicos de Mecatol Rex desde hace años, así que estas jornadas/colaboración/puertas abiertas con la Pathfinder Society madrileña podían ser la excusa perfecta.

Pues si, el club es de recopetín. Os pongo fotos que así es más sencillo de explicar

Esta fue nuestra mesa de juego. Atiende a la pantalla del DM

 

La mesa del dolor. Partida: Carrion Hill.

El club visto desde el fondo. A la derecha de las banderas el bar/cocina

Si, queridos amigos, estos hijos de fruta de Mecatol Rex tienen un tablero virtual. Se me quedó el culo torcido...

Una pasada, como os digo. Precio por ser socio 20€ al mes. Solo le falta una barra metálica y una piva contoneándose... (Por cierto, y como podreis comprobar en estas y sucesivas fotos, la afluencia femenina a estos eventos es tremenda. Chicas, no vengais tantas a jugar a rol, que en Zara tendrán pérdidas...)

Por problemas de tiempo - y al final los tuve- me decanté por jugar un escenario sólo de mañana, My enemy's enemy del que no había ni oído hablar de casualidad.

Nuestra mesa, con dos de mis incombustibles colegas.

La partida se jugaba en Magnimar, lugar dónde gracias a mis correrías con Maricielo, está era considerada allí como Héroe de la ciudad, con lo que recibía un +2 a las tiradas de diplomacia, intimidar, bluff... Estupendo...

Nuestra misión, encontrar a unos miserables que estaban detrás de unos crímenes que se sucedían en Magnimar desde hacía semanas y que estaban implicando a la Pathfinder Society.

Trasladándonos al último de estos escenarios criminales, el asalto a una herboristería, y después de na concienzuda investigación que ni los de CSI Miami, vamos entreviendo que el tema va de drogas, relacionado con un grupo delincuencial, hasta ahora bastante discreto, que tiene su guarida en uno de los puentes que cruzan la zona portuaria... La visita a la tienda nos da unos bolsas con drogas y un ineteresante combate con una pantera planta. Si, lo que oyen. No comment.

Uno de los momentos importantes en la Society es ir de compras (música del Mercadona en segundo plano) antes de la misión. Como decía muy bien Kelven "siempre creemos que compramos bien hasta que el escenario demuestra que compramos MAL". Y así fue. Caminando hacia la guarida de los malos intentamos ayudar a unos transeuntes -uno de ellos se estaba cayendo por un agujero pantanoso- y cuando estamos ayudándoles nos tacan unos enjambres de ratas... ¿Y que no habíamos comprado? Fuegos de alquimista o algo que hiciera áreas de daño...chan, chan....

Les tiramos mi triste bolsa de aceite y antorcha y me piré a base de acrobacias - que también sacó la tirada (inexplicablemente) el enano Cheliax de kelven- a un piso superior del callejón, mientras el mago (éramos mago, clérigo, rogue y enano) las daba con manos ardientes y el clérigo ayudaba a sacar el tipo del agujero, mientras la amiga del que se iba para abajo colaboraba... El clérigo lo consigue, y la amiga les lanza una movida a las ratas que nos permite escapar...vaya tela.

Estos que hemos salvado pertenecen al grupo de asaltantes y gracias a nuestra diplomacia y saber hacer, estos nos comentan que han llegado hace unas semanas unos primos -eran todos semigitanos- y que los recién llegados no paran de meterse en líos y que si les ayudamos a quitárselos de enmedio estarán muy agradecidos... Viven del crimen pero les gusta hacerlo " a la chita callando" y no con los métodos de sus "primos". Todo esto se corroboraría con su líder, que decide ayudarnos pues " el enemigo de su enemigo es su amigo"...y nos piramos a la guarida de los primos malos.

Los problemas reales de la partida para mi como juagador comenzaron ahora. Hubo muchos cortes en el juego, parte de ellos porque creo que, a pesar de la buena fé del master, el,escenario y el "lenguaje" de la Society le venían un poco grandes, con lo que fuimos acumulando retraso y cuando creí que estábamos en la última sala, quedaba otra.

Panoramica de mi sitio en la mesa en la penúltima sala. Compré dos cat grace para la partida y una vapa de +1 a las tiradas de salavación.

Esa penúltima sala fue casi de coser y cantar, a pesar del elemental de agua (en la foto de arriba el mojón amarillo) que le dio de guantás al eneno de Cheliax. Me bajé a un malo y al boss de todos con la conertura del clérigo, mis tiradas de acrobacias (tengo un +11 de base) y los sneak attack de 3d6. En esa misma sala descubríamos que había gente mala de la Logia de las Sombras colaborando en todo ese caos...

Seguíamos acumulando retraso... Decidí marcharme. Todo el mundo sabe que SIEMPRE tengo tiempo para jugar, pero este sábado tenía un compromiso con mi novia. Y los compromisos están para cumplirlos. Miré alrededor y ví que había terminado mi amigo Richard Porras, así que le invité a que llevara a Maricielo hasta el final de la partida, más que nada porque se quedaba el grupo muy cojo (de ahí lo del menage a trois, entre otras cosas porque Richard es francés...)

Horas después Richard me comentaba que había sacado la partida adelante, tres críticos incluídos. Maricielo funciona sola...

Una jornada más en la Society, un club estupendo, les compré en su mercadillo el Deathwatch de Warhammer 40.000 por 35 leureles y una partida que se podría haber disfrutado más, pero las cosas son como son y no siempre son perfectas, como nosotros... Y Maricielo en level 6.2.

 

Publicado con Blogsy