Frikis, reuníos!

El mundo es de los frikis. Todo el mundo lo sabe, pero prefieren ignorarlo y continuar con sus vidas, familias, hipotecas, convencionalismos sociales y lobotomías varias. Ellos disimulan, nos miran de reojo, con recelo. Saben que lo sabemos. Tenemos el control... de nuestras mentes, que ya es pedir mucho.

domingo, 24 de noviembre de 2013

Jornadas roleras Aker Codicem: de ratones y flower power

Los antiguos entreveían en su día a día determinados signos que consideraban les daban pistas sobre su destino. Por ello, cuando algunos de esos signos era intuído, marchaban al augur para que les dijera cómo interpretar eso y cómo les podía afectar en su rutina diaria. Afortunadamente ahora, y gracias al racionalismo, el conocimiento científico y la expulsión de la superstición (salvo la Vaticana, a la que financiamos con dinero público) vivimos en un mundo mejor, lleno de alegría y gozo, sexo y trabajo, comodidad y placer... Sólo hace falta caminar por las calles de Madrid y mirar a los ojos de las personas que por allí circulan para darnos cuenta de que es así, y que en España además hemos sobrepasado esos límites de bienestar ampliamente...


Mas gente que en la guerra

Por la mañana, antes de ir a la orgía rolera que montaron los de Aker Codicem en el nuevo Generación X de la madrileña calle Carranza, tuve dudas sobre qué camiseta ponerme. Si amigos, así es. Antes muerta que sensilla. Al final elegí una de Dimmu Borgir, un satánico-paganico-luceferínico grupo del Norte de Europa. Y me fuí para Madrid. Y así lo dejé. El día me diría que relación tendría esa camiseta con lo que sucediera.

Mi plan A era jugar a Mouse Guard in the morning y por la tarde una partida de Dark Heresy. Cuando llegué y vi que había más gente que en la guerra rebajé mis expectativas a la frase "a ver si puedo jugar a algo". Pero, efectivamente, los "poderes ocultos" de mi camiseta comenzaban a rular y me metí en la partida de Mouse Guard, dirigida por Jose Manuel Palacios "panda", un tipo que dirige tan magníficamente esto como si lo hubiera escrito él. Y esto que acabo de decir marcaría también el día. Me refiero a la importancia del máster en la partida.

Los ratones y el panda in action!

Éramos 5 ratones y yo volví a ser Robin (concesión del Master, cosa que agradezco), estrenando capa naranja. Me encontraba con el grupo de cuatro que volvía de una misión, al igual que yo, y juntos volvíamos. Mi sorpresa comienza cuando descubro que el lider de la misión, Thom, es mi "enemigo" tal y como aparece en mi hoja de personaje. Glups. Bueno, no conocía al resto de jugadores de la mesa, así que podía ser complicado el gestionar eso, pero lo resolvimos rápido: Thom era un ratón queriendo jubilarse y a Robin, recién llegado, lo consideraba demasiado indisciplinado para formar parte de la guardia. Nos saludamos y él se sorprende de que hubiera conseguido la capa de guardia ratón. Por mi parte espero demostrarle su error a lo largo de nuestro camino de regreso a Lockhaven.

Robin is back!

Estábamos así cuando aparece un ratón corriendo y nos dicen que un monstruo les está atacando. El tipo es el tabernero de un pueblo cercano, y hacia allí nos dirigimos prestos. Vaya pollo que ha montado el monstruo, que resulta ser una tortuga a la que se le ha ocurrido poner huevos en mitad de la plaza. Para ello ya ha matado a varios ratones, acojonado a la guardia local y derribado el ayuntamiento. También tiene cercada a la panadera en su negocio, una preciosa ratona pelirroja. Evacuamos como podemos a la población circundante y elaboramos un plan: dividirnos en dos grupos, calentar metal en la herrería, distraer a la tortuga y salvar a la panadera. Y así fue, sorprendentemente. Rescatamos a la panadera (robin se enamora de ella perdidamente) y acompañado de una ratona guardia armada con un simple escudo, distraemos a la tortuga para que el otro grupo de guardia ratones atacaran a la tortuga por detrás. Su éxito es relativo, y el monstruo les ataca, pero nos da la espalda a nosotros, con lo que cargamos con todo contra él y al final le ganamos. La tortuga se marchó por donde había venido y fuimos agasajados por nuestra hazaña. La pelirroja se enamoró de Thom y éste, ante los encantos de ella, decidió que si se tenía que retirar de la guardia, ese era un buen momento. A mi compañera del escudo le hicieron hija de predilecta y los demás guardia ratones curaron sus heridas en la boda de Thom, mientras yo me pillaba un pedo como alfredo. Guay.

Me piré a comer mi amigo Fernando y una amiga suya y por la tarde, a las cinco, ya estábamos todos en la tienda a ver que pasaba. Y digo esto porque había más gente aún. Y no había partida de Dark Heresy, así que crucé los dedos. Por cierto, me encontré con Javi, un amiguete de la Pathfinder Society con el que su clérigo y Maricielo han corrido múltiples aventuras. Tampoco él tenía claro que jugar, así que nos pusimos en una mesa vacía con un cartel que ponía D.C.C. Ni puta idea oiga. El caso es que me sonaba, pero no caía. Apareció el master con una camiseta psciodélica que decía Dungeon Crawl Classic. Y ahora recordé haber leído a Velasco en Petopol y a Bester en su blog hablar de ese juego, un old school de esos guays, medio indie, indie total para mi, of course.

Y es que era old school hasta el máster, pelo largo, barba, parecía sacado del Woodstock. Y que conste que no es una crítica, es que me encanta. Si pasas de los 40, como es mi caso, has visto en directo a Deep Purple, a Led Zeppelin, a Uriah Heep y con 8 años viste Apocalipse Now, volver a esa época es total. El juego ayudó y mucho: el libro, edición de luxe, las hojas de personaje, sacadas casi del puño de Gigax, los dibujos, cuasi psicodélicos, creí estar en casa de P.K. Dick, jugando una partida con Crumb y Tim Oleary. Pero si ayudó el juego, no menos el máster, josemasaga, un tipo super educado, amable, risueño, como de esa gente que conoces de toda la vida... Total, que ya tenía en la mente la canción aquella de...

 

Uno de los personajes, mientras descansábamos de nuestras aventuras inexistentes, tenía un sueño con una mujer muy bella, muy parecida a él, después de haber encontrado una moneda muy antigua que formaba parte de nuestro botín. Al poco fuimos transportados a una extraña montaña, donde después de enfrentarnos con unos extraños hombre de la edad de piedra, nos vemos abocados a subir por la montaña hasta llegar a una entrada artificial, todo ello construído en una piedra durísima basáltica, oscura y maligna...chan, chan...

La mesa flowerpower del DCC. Obsérvese el grimorio/manual de lujo


Pedazo de Dungeon, si señor. En la cama tumbada, "ofrecía", la maciza de turno.

Dentro descubrimos a la antepasada de nuestro compañero, una maciza fantasma que nos pide encontrar una piedra para recuperar su forma vital. Y a eso nos pusimos, recorriendo pasillos de escenografía guay currada por el master, y enfrentándonos a espectros de peces y otros seres inmateriales, pero que daban hostias como panes (en un encuentro muere nuestro mago... Teníamos menos puntos de vida que Farruquito en el carnet de conducir). Yo iba con cuidadín, porque llevaba menos armadura que ropa Miley Cirus.

Hanna Montana en guarro y gilipollas Mode ON con la misma armadura que llevaba yo ayer.

La verdad es que el módulo era buenísimo. Y los seres que salieron eran magníficos. Incluído el demonio que apareció con el que, oh sorpresa, soy el único con el que puede hablar... Le liberamos con la espadatque encontró mi amigo Javier y nos entregó la piedra con la que liberaríamos a la antepasada de nuestro compañero. Así lo hicimos y dimos fin a la,partida, resumida para que cupiera en las jornadas. Al terminar el máster nos dice que la tipa era más mala que la lepra, así que acabábamos de liberar a un mal terrible. Guay.

La mala echándose un cigarrito para celebrar su vuelta a este planeta.

La sesión de juego termina con regalos para todos: portaminas del juego, chapas de DCC, marca páginas, separadores... En fin, todo un detallazo de Goodman Games y de Josemasaga.

El día terminó con reparto de premios a la limón entre Generación X y Aker Códicem y a mi me tocó perder. No podría ser de otra manera cuando llevas una camiseta de Dimmu Borgir y los dioses extraños te han permitido ser un ratón de la guardia y un elfo caótico que habla con demonios, jugar en mesas estupendas, con masters magníficos y viajar a la época de Gigax. Demasiados premios serían ya. No hay que abusar, y de los demonios menos.

 

4 comentarios:

  1. ¡Gracias por la cobertura del evento compañero!
    Fue un placer y un lujo tener a tan divertido y compenetrado grupo de jugadores para DCC, amén de las risas que nos echamos.
    ¡Un saludo, genial entrada!

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    1. Nada, las gracias a ti, que montaste un pollo de cagarse pero muy guay al mismo tiempo.

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  2. Vivan las macizorr..., estooo, quería decir que la jornada estuvo genial! Eso de ser caótico, para variar de mi clérigo, no está tan mal, jejeje... y la partida de DCC estuvo montada de pm, y los detalles del final se aprecian ;) Espero veros pronto para otra tarde de risas!!

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    1. Que bien lo hiciste de caótico! Siempre tan legal y bueno...

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