En primer lugar los gritos de rigor: cualquiera que lea este blog sabe que me encanta Abercrombie. En segundo lugar no suelo ser muy crítico con mis reseñas, entre otras cosas porque considero que gran parte de las cosas que se hacen actualmente entorno a las artes es bastante malo, y aquellas cosas que suelen tratar temas bastante más innecesarios (las pelis de super héroes, por ejemplo) son por lo general bastante buenas. Y siempre me gusta ver el lado bueno de estos asuntos, en gran parte porque vivimos una época de mierda y todo lo que sea salir un poco de esta realidad es bueno para la mente y el espíritu.
Dados los gritos nexesaris he de decir que Medio Rey no es un buen libro. Desde la portada de la edición, evidentemente evocadora de compañías aventureras, hasta el tamaño de letra, más de libro para jóvenes que a los tochos que nos tenían acostumbrados sus obras, me hicieron olerme el pastel, pero aún así lo compré. Y lo he leído.
La idea de "esto ya lo he leído antes" me sobrevoló en toda su extensión y es aún peor cuando todo esa sensación me surge de la lectura de los propios libros del bueno de Abercrombie...no digo más si uno de ellos si titula "La mejor Venganza". Y eso no es bueno, porque podríamos considerar que el libro es "fórmula": si esto funcionó una vez, volverá a funcionar las veces que haga falta. Pero eso ya lo tuvimos con Marcial Lafuente Estefanía.
Historia simple, vista, con venganza por enmedio, grupo de personajes arquetípicos, entorno simplón y poco desarrollado y demasiada velocidad en la propia historia. Vamos, que todo lo que hacía que Abercrombie fuera lo que es pues aquí se difumina. Si, hay elementos del Abercrombie total. Unos en lo que yo llamo "las frases de decreto ley", esas terminaciones de conversaciones lapidarias. Otros los encontramos, eso si, muy diluídos, en el desarrollo de los personajes. Y sobre todo, esos rasgos "abercrombianos" los encontramos en los giros (que no llegan los de verdad hasta casi el final del libro) y en lo que yo llamaba "el conejo de la chistera" que siempre se sacaba este chaval y que se encuentra en las últimas páginas, ultimísimas, mejor dicho.
Como dice mi amigo Raúl Pérez Almunia sobre este asunto "no siempre vas a hacerlo todo estupendamente" y estoy de acuerdo con él, pero lo peor es esa sensación de "fórmula" del libro o la de "encargo" del editor en plan "Joe, saca algo, anda, que es un buen momento" que me deja con esa pregunta de "¿qué te ha pasao, tronco?
En fin, que quedan dos partes más, que espero que mejore y que si eso ya veré si me las compro, sinceramente. Por ahora estoy un poco raruno.
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