Pues no, no es buena. ¿Y porqué? Porque tiene unas dosis de moralina a lo plastidecor, como en tantas otras películas de corte "evangelizador yankee", que me empiezan a molestar profundamente.
Que una monjita (cristiana) le diga al protagonista siendo este niño que "un día hará algo importante" y que toda la película esté llena de hispanos morenos (y sucios, muy sucios) y él sea rubito y guay, es un poco de coña. Pero que donde "los malos" viven la vida Bárcenas sea una rueda espacial donde sus aspas (cinco) tengan el formato de un pentáculo invertido casi la totalidad del tiempo, es de un arquetipazo tan duro que da la risa.
También encontramos los "niños pesaos" - esta vez son hasta dos- tan mal colados en la historia que molestan y te hacen anti empatizar con ellos, ayudando poco o nada al visionado y menos a la peli.
El español medio no se sorprenderá sobre la sociedad descrita en el filme, ni tampoco de las condiciones laborales que aparecen en él: estamos ya en ellas ambas. Hay un momento en el que en la factoría donde trabaja nuestro "redentor" se oye una voz en los altavoces que dice "todo trabajador tiene una sola oportunidad de ir a los lavabos"... Mi novia se giró hacia mi y me dijo "anda, mira, como yo cuando trabajaba en el Erosky". No creo que haga falta decir más.
Curiosamente todo lo demás es bueno, si exceptuamos algún salto de guión innecesario. Las armas, las naves -son preciosas-, el cochambre general, las armaduras, los robots... y hasta la violencia gore. Especialmente reseñables las escenas de acción, que someten a su ritmo a toda la gama de efectos especiales, donde aquí si y no como en otras películas, los FX trabajan para la película y no al revés, cosa que se agradece.
A ver si consigo de una vez el perrito piloto...
En fin, una película que podía haber dado para mucho más y que se queda en arquetipos chungos (como dice mi novia: "esto es el mito del redentor de los espaldas mojadas en la frontera USA") pero que para pasar el rato está bien, si no fuera por el precio de las entradas, que empieza a ser algo realmente sangrante.
Sinceramente prefiero ir a ver mierda de superhéroes: al menos sé que voy a ver. Estas pelis de "parece que aquí hay mensaje" se quedan, como mucho, en las cartas esas que entregaba Isabel Gemio. Y creo que eso sucede por intentar ponerle mensaje al tema. Seguro que si no lo hacen les sale mejor.
Qué ascopena...
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